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martes, 15 de diciembre de 2009

Chips en balones de fútbol


La implantación de estos dispositivos en los esféricos busca acabar con una de las prácticas más comunes cuando un equipo de fútbol pierde un encuentro, echarle la culpa al árbitro.
El dispositivo en cuestión está siendo desarrollado por el fabricante de ropa deportiva Adidas, en colaboración con la empresa de software Cairos Technologies y el Instituto Fraunhofer. La tecnología empleada está basada en un chip ASIC (circuito integrado de aplicaciones específicas) de 12 gramos de peso con un transmisor integrado que envía datos. Estos datos son recolectados (simulando el sistema GPS) en antenas distribuidas por todo el campo, que los mandan a servidores basados en Linux. Para evitar que sufra daños cuando los jugadores golpean el balón, el chip está suspendido en la mitad del esférico
La FIFA ha mostrado interés en la tecnología, sobre todo a la hora de ayudar a los árbitros a dictaminar si el balón ha cruzado o no la línea de gol en el caso de duda.
Hasta el momento de ha utilizado en el mundial sub-17 de Perú, dando buenos resultados y marcándose el objetivo de aparecer de manera oficial en el mundial de Alemania de 2006, donde finalmente se desestimó la idea cuando parecía estar todo a favor.
Otro desarrollo tecnológico para el fútbol, también de Cairos Technologies es la implantación en los estadios de un revolucionario invento. Con él se podría determinar en décimas de segundo la posición exacta de los jugadores y del balón dentro del campo de fútbol e informar al árbitro en tiempo real sobre el fuera de juego, los goles fantasma y cualquiera de las infracciones que se puedan producir.

El sistema se basa en unos microemisores y microsensores que se sitúan dentro del balón y en las espinilleras que protegen las piernas de los jugadores. Estos chips envían señales (más de 2.000 por segundo), a través de microondas, que son recibidas por las i2 antenas distribuidas por todo el campo de fútbol. Luego, estas ondas son transmitidas a un ordenador central que reproduce (como una réplica digitalizada del tablero de juego) la situación exacta de los jugadores y del balón en tiempo real y procesa la información.

Inmediatamente el árbitro recibe los datos en un reloj de pulsera especial.
La gran novedad de este sistema son las denominadas mediciones de distancia con microondas, algo así como incansables rastreadoras del juego a las que ninguna barrera física les impide situar a los protagonistas del encuentro (el balón y los jugadores siempre están localizados).
Toda esta tecnología dotaría al fútbol de una precisión que hasta ahora no ha tenido y evitaría eternos debates con los árbitros y el favoritismo a unos equipos u otros.
Pero… ¿no es eso parte del fútbol, el error humano que pueda favorecer a un equipo o perjudicarlo, ese error capaz de cambiar un partido con solo una decisión?

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